lunes, 30 de noviembre de 2015

Hacer manitas

Sé que últimamente no estoy muy activa por el blog; estoy en una de esas épocas en las que procuras tener el menor tiempo posible para ti misma, y, por consiguiente, para tus escritos. Por fortuna, mis personajes están empezando a asaltarme a cualquier hora del día en busca de llamar mi atención; todo me recuerda a ellos y pongo cara de tonta mientras camino por la calle. Creo que falta poco para que vuelva a coger los lápices de Otoño.

Hoy sólo quería compartir con vosotros un tema del dibujo del cuerpo humano: las manos. Esas complejas estrellas de cinco puntas (a veces cuatro, según el dibujante); tan importantes a la hora de gesticular, agarrar o simplemente apoyar el peso del cuerpo. En parte he hecho este artículo pensando en una de mis alumnas del taller de cómic, que evita dibujar las manos de sus personajes manga. Se las ingenia para esconderlas detrás de la espalda o de otros personajes, pero, como le dije, si quiere llegar a ser una buena dibujante de manga, en algún momento tendrá que hacer manos. Y a dibujar manos sólo se aprende intentándolo una y otra vez. Es cuestión de buscar fotos, o dibujar la propia mano o la de alguien paciente que tengamos cerca, y pensar que es una carrera de fondo. Las manos, como el retrato, siempre han sido uno de los detalles que mostraban la técnica de un artista. No en vano, antiguamente, se cobraba más por un retrato en función de si había que pintar una mano, las dos, o ninguna

Dibujos de Ana Minerva - Anaminum


Sin embargo, a la hora de dibujar cómic, no estamos obligados a hacer unas manos realistas; de hecho, hay muchos dibujantes que sólo hacen cuatro dedos. Después de matarnos a dibujar manos hiperrealistas, podemos comparar con las manos de algunos dibujantes de cómic y ver que sirven perfectamente a la función expresiva sin necesidad de guardar las proporciones o de doblarse de una forma natural.

El primer ejemplo de manos de cómic es el de Ibáñez. Los dibujos de Mortadelo y Filemón se caracterizan por tener los pies y las manos grandes; y las manos son especialmente grandes y expresivas para los personajes. Como casi todos los personajes del mundillo son un poco grotescos, puede ensanchar los dedos para que parezcan salchichas y doblarlos de formas extrañas. Fijaos en las manos de estas imágenes. Me parece genial cómo realzan la expresividad de los personajes, son totales.





Viñetas de Mortadelo y Filemón - Francisco Ibáñez



Y ahora, pasamos al caso opuesto: a la estilización de las manos en la estética del manga. Concretamente, en un manga que he leído este fin de semana: En la misma clase, de Asumiko Nakamura. Se trata de un yaoi de instituto, una historia de amor entre dos colegiales que, la verdad, me ha parecido bastante insulsa y estereotipada. Pero el dibujo de la artista es muy original, se salta las proporciones a la torera y hace unas líneas curvas que te mueres de gusto. Y una de las zonas donde más se nota su esteticismo son las manos. Las manos de los chicos de este manga son alargadas, elegantes y onduladas, por encima de todo, plásticas. El manga utiliza mucho los detalles y los primeros planos para realzar las emociones, y suele cortar las manos; pero en las viñetas de Asumiko Nakamura las manos están muy presentes y ayudan a expresar la historia de los personajes aportando un toque de delicadeza y ternura.






Manga En la misma clase - Asumiko Nakamura



Asumiko Nakamura tiene una extensa obra de manga que abarca varios géneros y fue nominada a los premios Eisner de cómic. Espero que sus manos os inspiren para probar vuestras propias formas de estilización y dejéis de esconderlas tras la espalda de los personajes...






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