viernes, 26 de febrero de 2016

16ª clase: Escuchar con los ojos

La semana pasada estuve haciendo un ejercicio con los chicos del taller de cómic en el que les pedí que "pintaran la música". Es decir, que les puse música y ellos tenían que representar gráficamente lo que la música les inspiraba (ya fuera de manera abstracta o figurativa). Esa actividad servía como calentamiento para la clase que os traigo hoy, en la que exploramos una de las maneras básicas de representar sonidos en el cómic: las onomatopeyas.


Las onomatopeyas son transcripciones fonéticas de los sonidos emitidos por personas y cuerpos. Varían según el idioma en el que se escriben, y son tantas como sonidos puedas imaginar: el ladrido de un perro (¡guau, guau!), el timbre del teléfono (¡ring, ring!), el zumbido de una mosca (bzzz)... Ahora bien, las onomatopeyas son mucho más que un puñado de letras; no hay que olvidar que ocupan un espacio en la viñeta y que, al fin y al cabo, son grafismos. Así que vamos a ver cómo podemos sacarles el máximo partido. Según Scott McCloud (Hacer cómics), estas son las variables con las que podemos jugar a la hora de hacer onomatopeyas:


  • Volumen: mediante el tamaño de la letra, la negrita y los signos de exclamación, podemos dar a entender si el ruido es sutil o es atronador. Por ejemplo, en esta viñeta de Astérix y Obélix, se contrapone un sonido flojito (los tragos de poción mágica) con el estallido sonoro de las cadenas al romperse.

  • Timbre: la cualidad del sonido. Si es metálico, hueco, vibrante... se puede jugar con la forma y el color de las letras para representar todo esto, podemos apoyarnos en la sinestesia e imaginar que un sonido es azul o que tiene las líneas zigzagueantes, como el relámpago de Ranma.

  • Asociación: la tipografía remite al material que ha producido el sonido. P.ej, en la viñeta de Ranma, las letras del agua parecen estar hechas de agua.

  • Composición: el tamaño relativo de las letras, su colocación en la viñeta, su inclinación... todo esto puede servir para representar a dónde va el sonido e incluso su tono. Por ejemplo, si alguien se tira un pedo, con la onomatopeya "PRRRT", lo lógico sería que siguiera la dirección del pedo. Si se tratara de una pedorreta ascendente (como de trompetilla), podríamos hacer que las letras describieran un arco ascendente.


Siempre me ha parecido que los mangas hacían un uso muy artístico de las onomatopeyas. En las lenguas como el chino, el japonés y el coreano, el lenguaje escrito no es fonético, sino ideográfico. Es decir, que no escriben sonidos, sino iconos que representan conceptos. El japonés tiene además unos alfabetos fonéticos (hiragana y katakana) para representar sonidos. En cualquiera de los casos, parece que para los orientales es más fácil ver una letra como un trazo, y hacen un uso muy natural de todas estas técnicas que acabo de describir. Basta con ver esta página del manwha Historias color tierra. Vamos a ver cómo el autor utiliza las letras en coreano para representar la lluvia. En la primera viñeta hay unos truenos, que dibuja con unos caracteres grandes y descendentes. En la segunda viñeta, empiezan a caer las gotas, que suenan con onomatopeyas pequeñitas y ascendentes. En la tercera viñeta, la lluvia descarga toda su fuerza sobre el campo; y para ello utiliza un ideograma bien grande y alargado, negro y con una trama de rayitas, como si la lluvia lo atravesara. No se me ocurre mejor manera de pintar el rumor de la lluvia!

Por último, quiero señalar que no todos los cómics tienen que recurrir a onomatopeyas grandes y llamativas. Si estás haciendo una historia seria, muy realista o minimalista, quizá lo mejor sea representar los sonidos con una tipografía discreta. Pero siempre que quieras añadir un poco de efectismo y sensorialidad a tu cómic, piensa en estas técnicas. Aprovecha los recursos gráficos para hacer que tu cómic suene, que el lector sea capaz de escuchar con los ojos.


Después de explicar esto, les propuse a mis alumnos que hicieran una tira cómica empleando onomatopeyas. Hubo soluciones muy distintas y la mayoría consiguieron hilar las onomatopeyas en una historia breve (los que no, simplemente hicieron una serie de viñetas independientes). El primero en terminar fue Alexander, al que voy a empezar a llamar "la máquina de dibujar", porque siempre termina los ejercicios en la mitad de tiempo que sus compañeros. En esta ocasión, Alexander dibujó a un superhéroe cutre (un tipo recurrente en sus tiras), que se tira muchos pedos y aprovecha el empuje de los pedos para aumentar su velocidad. En la primera tira, intenta robar un banco y al final resulta que el tesoro eran monedas de chocolate. En la segunda tira, intenta colarse sigilosamente en una casa pero resbala con un patito de goma. El dueño lo pilla y parece muy enfadado, pero al final sólo le dice, con aire derrotado, "¿Por qué me robas?".




Yago hizo una tira muy chula. Era una tira sin diálogos, en la que sólo se escuchaban los sonidos que producía un hombre al freír algo en una sartén, de pronto le llaman a la puerta, abre y aparece un hombre que le dispara. En la siguiente viñeta se ve al mismo hombre durmiendo, y se despierta gritando (todo ha sido un sueño). Yago fue el único que empleó colores en las onomatopeyas. Es un creador bastante experimental (se lanza a todo lo que les propongo) y combina un dibujo simple pero eficaz con unas historias graciosas.




Carla eligió el tema del acoso escolar para hacer una tira con onomatopeyas violentas...


Paula, en vez de una tira, prefirió hacer dibujos sueltos para experimentar con las onomatopeyas.

No hice más fotos de los dibujos del resto, pero cada uno se inventó algo distinto y aplicó algunas de las técnicas que había explicado. La verdad es que muchos de mis alumnos están empezando a hacer tiras que funcionan, ya saben narrar bastante bien y se defienden con el dibujo (cada uno con su estilo). Creo que podrían publicar en una revista o periódico. Por eso quiero proponerles, dentro de unas semanitas, hacer un fanzine para que vean su progreso reflejado en un libro impreso.


viernes, 19 de febrero de 2016

Febrero febril facebook

Hola caracola!

Hace milenios que no subo una entrada al blog; no es que haya dejado de dar clases ni que se me haya ido la inspiración... al contrario, estoy dando más clases todavía (me han cogido de profe de alemán extraescolar en un colegio) y estoy bastante inspirada. Pero apenas tengo tiempo de ponerme a dibujar... febrero está siendo un mes realmente loco.

Lo que me tiene absorta es la publicación del cómic. Como ya sabéis, llevo desde las navidades con ello y finalmente he dado con una editorial de autoedición que me va a facilitar la publicación, Ediciones Dispares. Entre los líos de editores, las horas de maquetación y los detallitos que he ido añadiendo al cómic para hacer un libro realmente bonito; estoy que me muero de ganas de parirlo (imprimirlo) y poder hacer otras cosas con mi vida. Aunque, cuando lo tenga, tendré que empezar a moverlo, hacer alguna presentación, dárselo a amigos que ya lo tienen reservado, recorrer salones de cómic...

Así que esta entrada era para dejar constancia de que sigo avanzando con la publicación del cómic, y también para presentar la página de Facebook de Otoño. Hasta ahora, notificaba las actualizaciones del blog en mi cuenta personal de Facebook, pero esa tenía el inconveniente de que sólo la veían mis amigos. Así que he creado una cuenta llamada Otoño cómic para darle mayor difusión por nuestra querida red social. En ella voy comentando los avances de la publicación y también iré colgando enlaces a las entradas de blog que vaya escribiendo.



Y, ya que me he puesto con el Facebook, he decidido sacarle partido al medio y les he creado cuentas a mis personajes protagonistas. Bueno, más que cuentas propiamente dichas, son páginas: Isa Otoño, Nacho Otoño y Luci Otoño. La principal función de estas páginas es que los personajes comenten las publicaciones de la página principal y se piquen entre ellos :) un modo de darle vidilla y un toque de realismo al facebook. Creo que la primera vez que pensé en hacerles cuentas de facebook a mis personajes fue después de ver que una artista holandesa (Zilla van den Born) había fingido que se había ido de viaje a Tailandia por Facebook. Les dijo a sus amigos y familiares que se iba de viaje y se pasó cuatro semanas encerrada en su casa, subiendo montajes fotográficos de ella misma sobre paisajes exóticos y se comunicó con sus seres queridos por Skype. Todos le creyeron... y se llevaron una sorpresa mayúscula cuando les contó que todo ese tiempo no se había movido de su habitación.




A lo que iba, que me hacía gracia la idea de crearles cuentas de facebook y avanzar un escalón más en la profundidad con la que trato a los personajes. Para crearles una cuenta he tenido que diseñarles fotos de perfil (dibujos, claro), pensar qué imagen de portada se pondrían y qué contenidos compartirían en su muro. Todavía no sé hasta dónde voy a llevar esto; podría subir contenidos que "completaran" lo que se sabe del personaje, podrían hablar por el facebook de cosas que han pasado o que van a pasar en el cómic, incluso podría darse el caso de que alguien les empezara a hablar.



Así que, si todavía no lo habéis hecho, os invito a que le déis a "Me gusta" a la página y cotilleéis las cosillas que he ido subiendo y que iré subiendo de ahora en adelante. Mientras, seguiré informando de los avances de la publicación... ¡ya queda muy poco!